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Monseñor Barba: “Señor de Renca protege a tu pueblo y que esta pandemia pronto se disipe”

El obispo de San Luis le pidió al Cristo que “guíe nuestros pasos y nos fortalezca para la construcción de un mundo nuevo y mejor”.

Foto: captura
Monseñor Gabriel Barba.
Actualizada: 03/05/2021 13:25
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Este lunes se desarrolló la Santa Misa en honor al Divino Cristo de Renca, festividad que por segunda vez se hizo de forma virtual y sin la presencia de fieles en medio de las restricciones por el avance del coronavirus en la provincia.

La ceremonia, que fue presidida por el obispo de San Luis, monseñor Gabriel Barba, inició a las 11 y se transmitió vía streaming por canales oficiales y redes sociales.

“Por segundo año consecutivo nos toca celebrar esta fiesta tan importante con el pueblo y la plaza vacía, el templo sin gente, pero rezando desde nuestras casas. Insisto, cambiamos el lugar, las formas, pero estamos presentes, junto al Cristo, peregrinamos desde el corazón”, manifestó el obispo al inicio de la homilía.

Por eso, monseñor le solicitó a los fieles que sigan con los cuidados para evitar contagiarse: "Dios nos ayuda, protege, pero debemos cuidarnos, no es mágico el obrar de él”.

“Esperemos que esto sea pasajero y claramente esta es la intención que le ponemos desde lo profundo de nuestro corazón al Señor de Renca: protege a tu pueblo, al mundo entero, ayuda a que esta pandemia pronto se disipe, que sea una enfermedad más y podamos vivir de forma controlada”, rogó.

Barba que presidió por primera vez las fiestas patronales, expresó que llegar al Santuario Divino es “celebrar nuestra fe profunda, histórica, ancestral, de abuelos, padres, hijos y nietos” y que la peregrinación que realizan los feligreses todos los años es “muy fuerte y genera una sensibilidad que pone a la luz una religiosidad profunda”.

En ese sentido, sostuvo que la gente busca “el encuentro con Cristo, el tomar gracia principal del amor de Dios, que se manifestó en Jesús y en la Cruz. Tanto nos amó que envió a su propio hijo para que diera su vida por nosotros. Esa sangre desparramada, para el perdón de nuestros pecados, ha sido hecha de una vez y para siempre y de lo cual no hay retorno. La vida triunfa sobre la muerte, por eso nos apoyamos sobre Cristo para tener vida en abundancia”.

Monseñor señaló que el Señor de Renca “nos recuerda que debemos tener un mismo sentimiento, ser servidores unos a otros. No podemos decir que amamos a Dios si no somos capaces de amar a nuestro prójimo, una fe que se plasme en obras”.

“Para hablar de la vida eterna, sin duda tenemos que ir construyendo la dignidad para cada hombre y mujer, aquí y ahora en donde algún día en la plenitud gozaremos cara a cara junto a Dios pero ya estamos construyendo su reino y en eso nos tenemos que comprometer”, dijo.

Por último, le pidió al patrono de la localidad que “fortalezca nuestra esperanza, que nos ayude a ser pequeños como él para ser grandes frente a los ojos de Dios”.

“Ponemos en sus manos nuestras tristezas, angustias, lo que nos da miedo, intenciones y ahí es donde nuestra debilidad se convierte en fortaleza, donde nuestro pecado, puede ser un camino de la gracia, que guíe nuestros pasos para la construcción de un mundo nuevo y mejor”, finalizó.

Esta tarde celebrará a partir de las 17 la misa en honor al Cristo de la Quebrada desde el santuario en la localidad, ubicada a 30 kilómetros de la ciudad de San Luis.

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